La historia de Kona

Decidí ir a buscar perros para adoptar porque tenía curiosidad por saber si estaba listo para adoptar uno. Kona, de 8 semanas, que había sido llevada al refugio, inmediatamente metió las patas en su jaula y se quejó como si quisiera que la cargaran. Pude abrazarla y después de eso, no había manera de que no pudiera llevarla a casa. Hemos sido mejores amigos desde entonces. Tres años y medio después, ahora vivimos en Denver y Kona se lo está pasando muy bien aquí. A ella le encanta la nieve. Cuando nieva la llevo a un parque cercano y corre por allí durante horas. Es una perra muy inteligente, dulce y juguetona. Adoptar Kona es la mejor decisión que he tomado.